El acto se coronó con el descubrimiento de una placa recordatoria que cita palabras de la misma Eva, al decir: "Yo no me dejé arrancar el alma que traje de la calle,por eso no me deslumbró jamás la grandeza del poder y pude ver sus miserias. Por eso nunca me olvidé de las miserias de mi pueblo y pude ver sus grandezas."
Al hablar, Cecilia Birtto destacó que Evita, en su corta e intensa vida cumplió muchos roles: su infancia triste, ser la actriz, la mujer militante, gremialista, solidaria; en todo lo que hizo fue una mujer única, irrepetible e irremplazable, por eso es inmortal.
Y agregó que sigue siendo "un ejemplo de lucha para el ejercicio de la política, porque Eva fue el hacer: durante siete años hizo infinitas cosas por los pobres y por su pueblo, y eso es una enseñanza de vida". "El compromiso hacia el trabajo y la militancia política que nos transmitió y dejó como legado Evita, y que nosotros lo aplicamos día a día en nuestro espacio político que es el proyecto de la Renovación, donde las mujeres nos sentimos contenidas y donde hacemos eso que Evita siempre decía: trabajar con el corazón", subrayó finalmente.
También la senadora Sandra Giménez dijo que Eva "supo convocar en cada una de sus acciones, a través de su amor y su rebeldía, y comenzó a luchar por una Argentina de trabajadores, de libres y de iguales".
Durante la conmemoración de los sesenta años del fallecimiento de Evita, también se realizó un reconocimiento a María Francisca Collman de Mayer, que fue la diputada provincial más joven de la primera Legislatura misionera, electa cuando contaba con apenas 24 años.
La ex diputada, de profesión docente, militó en la rama femenina del Partido Justicialista con gran participación en el campo social. Entre sus recuerdos más gratos destacó el día en que recibió, en Buenos Aires, el abrazo de Evita y pudo conocer en la Casa Rosada al general Juan Domingo Perón.
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