La primera en el país: Misiones ya tiene su presupuesto 2015

La décimo novena sesión ordinaria la Cámara de Diputados de Misiones comenzó como siempre a las 18 hrs. para extenderse hasta casi las 3 de la madrugada del viernes. Y en su transcurso, luego de intensos debates entre los miembros de las distintas bancadas, fue aprobado el presupuesto con el que contará el Poder Ejecutivo para el año 2015.

Por una mayoría de 28 votos, el presupuesto previsto para el próximo año fue de 23.557.173.600 pesos para el total de erogaciones de la administración pública provincial.

La aprobación la convierte nuevamente en la primera provincia del país en establecer el ejercicio financiero del 2015, que incluye los gastos dela administración central y los organismos descentralizados, además del Poder Judicial. Los gastos se distribuyen por finalidad. A la administración central se destinarán 4.220.984.600 pesos; a seguridad, 1.592.043.900; a salud, 3.575.302.300; a bienestar social, 3.701.568.300; a cultura y educación, 6.141.789.800; a ciencia y técnica, 118.163.800; al desarrollo de la economía, 4.036.162.900; y a la deuda pública, 171.158.000.

Largas alocuciones de los diputados se escucharon a favor y en contra del presupuesto aprobado, que mereció además la interveción del presidente de la Legislatura, Ing. Carlos Eduardo Rovira, quien destacó que “Un Estado únicamente se sostiene por la convención que hace toda una sociedad, dotado de instituciones que se sostienen con dinero, para eso está el presupuesto. Los gastos se financian a través de dos grandes elementos, los impuestos, o sino endeudándose, que es parte del mismo problema”.
Puntualizó además la importancia del desendeudamiento y de los recursos propios, generados por la administración fiscal de la provincia. “Los misioneros hemos dejado atrás la política de endeudamiento crónico, esto es 100% idea e inversión del Estado provincial”, finalizó.

Y cuando la extensa jornada llegaba a su fin, avanzada la madrugada del viernes, los chicos del grupo Boa Onda llegaron para hacer verdadero honor al nombre que los distingue y en un par de acordes llenaron el recinto legislativo no solo de buena música, sino de una alegría y distensión que celebraron todos los presentes, al ritmo de palmas y festivos tamborileos.