jueves, 25 de septiembre de 2014

Sesiones cada vez más intensas... Moharra, Mabel, Ramón...

La sesión del jueves 25 de septiembre no solo fue extensa en tiempo, sino fundamentalmente en hechos, emociones, reconocimientos y por sobre todo ARTE...
El arte de saber vivir, en especial... Porque de eso se trata la esencia de la Legislatura, crear leyes que atiendan las necesidades vitales de la sociedad, las de la justicia, las de la reparación, las del alimento, tanto material como espiritual...



Y todo eso se condensó en el Recinto Legislativo el último jueves de septiembre.
Primero fue la apertura de la Muestra Plástica del artista de la pintura Carlos Moharra Cambas, que embelleció aún más las hermosas instalaciones de la Cámara. El gran Moharra se emocionó hasta las lágrimas con el nuevo reconocimiento a su obra que le hizo el presidente de la Legislatura, el Ing. Carlos Eduardo Rovira, y agradeció efusivamente la presencia de los diputados que lo acompañaron a ver cada uno sus cuadros expuestos. Al finalizar, se fue lleno de la gratitud de los artistas, la alegría de saber que su arte se mete en los corazones de quienes pueden apreciarlo...

Pero eso fue solo el comienzo de una intensa jornada. Enseguida de comenzada llegó al Recinto Mabel Marelli, la primera presidente mujer que tuvo la Legislatura misionera, a quien Tiki Marchesini le haría luego un sentido homenaje a pedido de Carlos Rovira, en una muestra más de reconocimiento a los grandes momentos de la historia reciente de nuestra provincia, y a sus protagonistas principales, como lo fueron Mario Losada (también presente el jueves pasado) Julio Humada y tantos otros...

Además, la sesión del 25 de septiembre tiene también la particularidad de hacerse un lugar en la historia de la Justicia, porque fueron aprobadas las candidaturas a jueces y magistrados que estaban en estudio, concretando no solo el ingreso de jóvenes integrantes a la Justicia, sino la ampliación de juzgados en la provincia, en consecuente coherencia con la decisión de garantizar el verdadero acceso a la justicia de todos los misioneros.

Y cuando el jueves llegaba a su fin, porque la sesión pasó de las 12 de la noche, fue el turno de la música. Ramón Ayala recibió un homenaje y por supuesto, no podía quedarse sin hacer un mini recital, lleno de humor y que hubiera durado hasta la madrugada si fuera por él y su incansable histrionismo, pero también esperaban los miembros de Sonido Ancestral, que culminaron la sesión con una talentosa expresión de música bien misionera y muy joven...

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